martes, abril 20, 2010

TRABAJO DURO, INMIGRANTES Y OTRAS CULPAS...


Equivocadamente según muchas personas, siempre he pensado que México si es una tierra de oportunidades, si bien es cierto no siempre fáciles de encontrar, pero aun así con muchas posibilidades.
Ejemplo de esto y causa de orgullo para mi familia es mi abuelo hijo de una madre soltera, en plenos años 20´s y definitivamente no tenía el camino fácil, desde chico trabajó para ayudar mantener a su familia, vendía dulces en el cine, y boleaba zapatos. Aun así continuo estudiando, y termino como contador, posteriormente trabajó en el desaparecido Banco del Sureste.
También trabajo como contador en una maderera, cuando se explotaba la zona chiclera y la de Zoh Laguna (Campeche), en esa época me cuenta que dormía con una maletita bajo la cama porque no sabía cuando lo iban a mandar a Chetumal u otro lado a solucionar problema.
Con mucho esfuerzo y ya con 4 o 5 hijos, logro juntar dinero para su primer Tráiler, renunció a la maderería y se dedico al transporte, comenzó manejando el mismo el camión y más adelante pudo contratar algunos choferes. Finalmente y ya en una época que yo recuerdo de mi infancia, tuvo la concesión en Mérida de las llanteras Tornel, a donde me encantaba ir con mis hermanos y mi primo a jugar a las escondidas entre las llantas de la bodega.
A sus más de 80 años, a mi abuelo no le da la gana de dejar de trabajar, ha viajado por el mundo y puede vivir cómodamente el resto de su vida sin tener que hacerlo, pero así es él está acostumbrado a hacerlo, y le gusta.
Con esta historia, me quedo corta, contando lo que él ha hecho para salir adelante y formar un patrimonio, pero más que nada la escribo porque no creo que solamente yéndonos de nuestro país podamos prosperar, o sacar adelante a nuestras familias. Y es triste que muchas veces creyendo que es así no vemos las oportunidades que podríamos tener en nuestro propio país.
El mundo vive una crisis económica que ha golpeado fuertemente a nuestros vecinos del norte, el sueño americano hace mucho que a mi parecer no existe, y como siempre a la hora de repartir culpas los americanos no culpan a su gobierno por gastar enormes cantidades en una en una “guerra contra el terrorismo”, no culpan a las instituciones de crédito, ni se culpan ellos mismos por gastar cantidades de dinero que no tienen y que no pueden pagar, los culpables son siempre los de afuera, los inmigrantes que les roban el trabajo a los americanos, -trabajos que además se pagan por debajo del salario mínimo- ésta poco equitativa repartición de culpas, ha derivado en crímenes de odio en este caso específicamente en contra de inmigrantes latinoamericanos (si ahondara en todos los demás nunca terminaría de escribir). Se busca entonces castigar a los culpables, -esos despiadados criminales- mediante la creación de medidas antiinmigrantes, la separación de familias con miembros nacidos en suelo norteamericano, y en este momento y más específicamente legislaciones como la que acaba de ser aprobada en Arizona, en las que juzgando a los individuos tan solo por su apariencia, también atropella los derechos de los mismo ciudadanos americanos; ahora todos son culpables de ser inmigrantes hasta que se demuestre lo contrario.

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